MICOSIS SUPERFICIALES
Universidad Del Papaloapan
Por : Karen Elizabeth Velázquez Arango
¿Qué son las micosis superficiales?
Se denominan micosis superficiales a las
infecciones de las mucosas, piel y anejos cutáneos (pelo y uñas) producidas por
diferentes especies de hongos. El concepto de micosis superficial viene dado
por la localización del proceso que no va más allá del epitelio o capa más
externa de la piel.
El hongo puede limitarse a la piel, pelo o uñas con
escasa respuesta inflamatoria y provocando un problema fundamentalmente
estético o bien puede en otras ocasiones ocasionar una respuesta inflamatoria,
aguda o crónica, más o menos importante. Además a veces se producen reacciones
alérgicas a los hongos provocando una lesión a distancia del lugar inicial de
la infección.
Las manifestaciones clínicas pueden ser
características y fácilmente reconocibles por el médico o ser difíciles de
distinguir de otras enfermedades dermatológicas para cuyo diagnóstico es
necesario hacer un examen de laboratorio.
En el presente capítulo vamos a comentar
conjuntamente las características de las micosis superficiales haciendo
especial hincapié en la prevención, sin entrar a describir en profundidad cada
uno de los cuadros que pueden ser producidos por hongos en la piel.
¿Qué lo produce y cómo lo produce?
Un mismo trastorno, por ejemplo las infecciones de
las uñas u onicomicosis, puede estar producido por diferentes grupos de hongos.
También son importantes los factores ecológicos y ambientales, a la hora de
definir cuáles son los responsables de la infección.
Muchos de los hongos que causan infecciones de la
piel se encuentran en el medio, por ejemplo en el suelo o infectando especies
de animales como los perros, y el contagio sería por contacto directo con los
mismos, pero también nos podemos contagiar por contacto con las lesiones de
otras personas.
Dentro de los hongos que infectan la piel y
estructuras relacionadas, un grupo importante lo constituyen los denominados
dermatofitos que son los responsables de las tiñas, o infecciones por
dermatofitos de piel, pelos o uñas, algunas tan conocidas como el pie de atleta
o Tinea pedís .
En la siguiente tabla se recogen cuales son los
principales cuadros clínicos en España, el grupo de hongo responsable y como se
adquieren.
Cuando figura exógeno supone que la fuente de
infección es o bien el medio o bien otro ser vivo infectado y por endógeno
entendemos que los hongos que van a producir la infección se encuentran
habitando normalmente nuestra piel y que en determinadas circunstancias
propiciatorias son capaces de provocar lesiones.
¿Cuándo sospechar?
En esta sección nos vamos a limitar a describir las
formas clínicas más frecuentes, si bien y como comentábamos al principio muchas
veces las manifestaciones cutáneas son similares entre distintas enfermedades
lo que requiere que sean reconocidas por el médico precisando en ocasiones la
ayuda de pruebas específicas.
Tiñas
- Tinea capitis o del cuero cabelludo: Aparecen
zonas sin pelo y con escamas, a veces con pústulas y costras. En ocasiones la
lesión desprende un olor a amoniaco.
- Tinea barbae o de la barba y el bigote: Pequeños
abscesos foliculares en la zona de la barba y el bigote.
- Tinea corporis: En las zonas de piel sin pelo, de
las regiones del tronco, abdomen, brazos, piernas y cara. Las lesiones son
circulares con bordes enrojecidos y escamosos, que producen picor y van
creciendo hacia fuera. Hay distintas formas con inflamación variable.
- Tinea cruris: En la ingle, una placa enrojecida y
escamosa, que causa picor, con vesículas en los bordes. Esta forma es más
frecuente en el varón adulto.
- Tinea manum: En las palmas de las manos y bordes
de los dedos se forman placas con descamación y vesículas con o sin aumento del
grosor de la piel. Pueden ser lesiones parecidas a un eczema de contacto.
- Tinea pedis: En la planta de los pies y en los
espacios entre los dedos. Las lesiones presentan descamación, con picor y
grietas en el fondo de los pliegues de los espacios entre los dedos, sobre todo
en el cuarto espacio. También se le llama pie de atleta, ya que se relaciona
con la sudoración al usar calzado deportivo.
- Tinea unguium o tiña de las uñas.
Pitiriasis versicolor
Se caracteriza por lesiones parecidas al salvado,
con más o menos coloración que la piel sobre la que asientan, localizadas en el
tronco, sobre todo en los hombros y en la espalda. La aparición de las lesiones
se relaciona con factores de la persona, ya que el hongo es un comensal, es
decir habita normalmente en la piel de personas sanas. Estos factores que
favorecen su aparición se relacionan con un recambio de las capas más externas
de la piel más lento de lo habitual.
Candidiasis
Las levaduras del género Cándida suelen infectar
los grandes pliegues, debajo de las mamas e inglés, causando el denominado intertrigo.
También da lugar a cuadros como el eczema de los pañales, o infecciones de las
uñas que son habituales en las personas que tienen con frecuencia húmedas las
manos, como los camareros, y a veces se acompañan de inflamación en la piel que
rodea la uña.
¿Cómo saber o confirmar que tengo una micosis?
La sospecha clínica inicial establecida por el
médico debería ser confirmada por un diagnóstico micológico específico. Si bien
las lesiones de las que se ha hablado con frecuencia representan problemas no
graves, es importante su diagnóstico y tratamiento. Con frecuencia los
tratamientos son largos y los fármacos que son de utilidad frente a un tipo de
hongos no lo son para otros.
Las pruebas para realizar el diagnóstico consisten
en un examen de las escamas de las lesiones y su cultivo para demostrar que
existen hongos en el tejido infectado. Además, hay otras pruebas en procesos
específicos como en la pitiriasis versicolor en la cual el examen con luz de
Wood, destaca las manchas que aparecen en esta enfermedad .
¿Cómo se soluciona?
El tratamiento de estos procesos se basa en
sustancias con actividad específica contra los hongos que las producen, o anti
fúngicos. Como todo antimicrobiano, los anti fúngicos deben ser prescritos y
supervisados por el médico. En el caso de los anti fúngicos esto último es
particularmente importante ya que muchas veces, como veremos, son tratamientos
prolongados.
Otra consideración es que la elección de un anti
fúngico u otro se realiza en función del tipo de lesión y en consecuencia del
hongo responsable de ahí que no deban tomarse este tipo de fármacos sin haber
acudido previamente al médico y contar con un diagnóstico específico.
Se dispone de anti fúngicos de aplicación tópica
preparados para una sola aplicación diaria y existen presentaciones galénicas
que permiten tratar todo tipo de lesiones. Los tratamientos orales con los
nuevos anti fúngicos, han aumentado la seguridad del tratamiento y gracias a
sus características se pueden realizar pautas intermitentes útiles cuando el
tiempo de administración ha de ser largo.
En las tiñas, el fármaco de elección depende del
tipo de tiña. El tiempo de tratamiento será de unas 4 a 6 semanas
recomendándose un control micológico que asegure la curación de las lesiones.
En muchos casos el tratamiento se completa con antisépticos y anti fúngicos
tópicos como por ejemplo en forma de gel.
Las micosis de la piel sin pelos, se pueden tratar
tópicamente si las lesiones son limitadas en número y superficie, mientras que
si son muy extensas, hay dificultades para su aplicación. Si son recurrentes o
afectan a zonas con pelos o uñas, se recomiendan tratamientos orales. La tiña
de las uñas se trata por vía oral, durante 2 a 4 meses (hay fármacos que
permiten pautas intermitentes), dependiendo de la evolución clínica y de los
cultivos de control. En caso de intolerancia a los tratamientos orales o para
consolidar y acelerar el efecto terapéutico puede utilizarse un tratamiento
tópico en forma de laca de uñas o eliminar químicamente la uña enferma.
En el tratamiento de la pitiriasis versicolor se
utilizan soluciones tópicas, si bien en formas muy extensas o recidivantes se
pueden usar formulaciones orales. La dermatitis seborreica, que se relaciona
con la levadura que causa este cuadro, se ha visto que mejora con anti fúngicos
tópicos.
En el caso de las candidiasis también existen anti
fúngicos tópicos, si bien cuando sea necesario es posible el tratamiento con
fármacos administrados por vía oral durante 7 a 14 días (para la candidiasis
vaginal es suficiente 3 días o incluso hay fármacos que permiten el tratamiento
con una sola dosis). Las infecciones de las uñas por levaduras del género Cándida
se pueden tratar con los mismos anti fúngicos pero administrados durante 1 a 4
meses.
Para las infecciones de las uñas por otros hongos
distintos a los descritos hay tratamientos tópicos pero en muchos casos hay que
extraer la uña.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
No es extraño que las lesiones se sobre infecten
por bacterias, debido a que la barrera que supone la piel está dañada. En este
caso cambia el aspecto de la lesión inicial y será necesario un tratamiento
antibiótico.
Cuando se administran anti fúngicos durante
períodos prolongados se recomienda hacer vigilancia con análisis de sangre y
tener en cuenta las posibles interacciones con otros medicamentos que el
paciente esté tomando en el mismo momento como antiácidos, anticonceptivos y
los hipoglucemiantes orales, por citar algunos.
¿Cómo puedo evitarlo?
En este punto es importante recordar el carácter
exógeno o endógeno de las distintas micosis (ver la tabla anterior).
Las micosis que se adquieren o se contagian de
forma exógena es decir aquellas producidas por hongos que habitualmente no
forman parte de nuestra flora corporal pueden tener un origen humano o animal.
Las primeras en España cada vez son más raras. La infección se suele adquirir
en gimnasios, piscinas o por el uso de ropa o calzado contaminados. En estas
situaciones es importante una limpieza cuidadosa de las instalaciones y el uso
de toallas, ropa y calzado personales así como evitar ir descalzo.
Las tiñas se transmiten de una persona a otra con
mucha facilidad al entrar en contacto con las lesiones infectadas. Si un niño
es portador de una Tinea capitis o corporis no debe ir a la escuela hasta que
lleve tratamiento y las lesiones cubiertas.
Las tiñas por especies de hongos que infectan a los
animales son las más frecuentes en los países desarrollados y los animales que
las contagian pueden ser gatos, perros, hámster o conejos.
Otras micosis como la pitiriasis versicolor y las
candidiasis suelen ser de origen endógeno (no se contagian) por lo que la
prevención se basa en medidas individuales como evitar la sudoración excesiva,
traumatismos pequeños que erosionan la piel, excoriaciones y la maceración de
la piel, que es frecuente en las manos que están continuamente en contacto con
el agua y los jabones
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